Quienes somos

Enric Buendia

Enric Buendia (Molins de Rei, 1994). De padre (Enric Buendia Gracia) médico y madre (Maria Eugènia Ripoll Roig) historiadora del Arte, creció comiendo de todo y sabiendo que sería cocinero. Sus abuelos, Francesc Ripoll Vendrell y Maria Eugènia Roig Serra, fueron los encargados de introducirlo en el mundo de la gastronomía haciéndolo probar de todo en el mercado del pueblo. Estudió en el San Ignacio y empezó en el Nimbin del mismo Molins, un restaurante que ya apostó en su momento por la influencia asiática y donde aprendió «lo que es la rebeldía gastronómica». Trabajó un año en Mugaritz –»Me encantó, reforzando la línea de libertad que me habían inculcado en Nimbin”- y tres más en Disfrutar. En el templo de los ex Bulli pasó por todas las partidas, acabando como jefe de producción y de la partida de carnes, «el que quería, para tocar todas las salsas».

Aritz Ribalta

Nacido en Ruanda el 1987, lleva 25 años en Cataluña. De padre (Pere Ribalta Serra) mecánico y madre (Montserrat Bueno Martínez) médica, se crio a Manresa, donde se formó en la Escola Joviat, después de que su amigo Óscar Soler le introdujera en el mundo de la cocina. Pasó por restaurantes de Francia y, al volver, fue al restaurante Ébano Gastro Bar de Bellaterra, del chef Tommy Mateu, que lo marcó por “el buen producto que trabajaban”, y en el Món Sant Benet. Después llegó Disfrutar, donde pasó por varias partidas. «Disfrutar me marcó mucho -explica el chef-. Me descubrió un mundo que solo conocía de la escuela o verlo y leer en libros o revistas».

Aritz Ribalta

Nacido en Ruanda el 1987, lleva 25 años en Cataluña. De padre (Pere Ribalta Serra) mecánico y madre (Montserrat Bueno Martínez) médica, se crio a Manresa, donde se formó en la Escola Joviat, después de que su amigo Óscar Soler le introdujera en el mundo de la cocina. Pasó por restaurantes de Francia y, al volver, fue al restaurante Ébano Gastro Bar de Bellaterra, del chef Tommy Mateu, que lo marcó por “el buen producto que trabajaban”, y en el Món Sant Benet. Después llegó Disfrutar, donde pasó por varias partidas. «Disfrutar me marcó mucho -explica el chef-. Me descubrió un mundo que solo conocía de la escuela o verlo y leer en libros o revistas».